El correcto diagnóstico de cada paciente, personalizado según sus condiciones dermatológicas, es fundamental para aplicar la tecnología laser con la mayor seguridad, evitando quemaduras y otros efectos indeseables, consiguiendo la eliminacón del vello de forma permanente. Para una depilación permanente el laser es la mejor opción. Su uso adecuado combina la energía y el tiempo de pulso necesarios para la destrucción de los folículos a través de una pieza de mano capaz de canalizarla y dirigirla a la raíz del pelo mientras protege la epidermis.